jueves, 13 de diciembre de 2018

Una MARCHA constante con todo pese a todo y contra todos



Una MARCHA constante con todo pese a todo y contra todos.


“Marcha” de Alberto Adellach en la 34º Fiesta Provincial de Teatro de Jujuy Grupo A.D.N (Arte de Nosotros).
Dirección de Sergio Díaz Fernández.
Actuación de Mauricio Escalante, Emannuel Uruzagasti y Cecilia Abusseti.

“Marcha” se presentó en la Sala Martin Raúl Galán con una sala casi llena.
Cuando llegué, me sorprendió la cantidad de espectadores. Un bueno número a comparación de las anteriores obras en competencia que se presentaron ese mismo día (lunes 10 de diciembre) unas horas antes en las salas: La Mar en Coche y Casa de las Culturas de la UNJu.
La obra empezó puntual, estaba estipulada a las 22 y exactamente a esa hora se empezó a escuchar desde dentro de la sala un sonido como un corazón que latía constantemente.
Se dio sala aproximadamente a las 22.15 y hasta que las personas se acomodaron se seguía escuchando ese corazón latiendo y latiendo. Y una voz irrumpió el clima, citando la frase construida para la obra por el director.
Luego, se abrió el telón y me encontré con tres cuerpos en el piso de una tarima por encima del escenario. Al mismo tiempo empezaron a moverse hasta quedar completamente de pie, al principio con una luz señalando el horizonte, parecían buscar con la mirada, cómplice entre ellos, algo nuevo. Jugaban a ser tímidos, pude verlos como simples niños hasta que comenzó la “Marcha”. Un texto comprometido con la realidad actual, a pesar de haber sido escrita en los años 60 en un contexto de dictadura, desaparición y el lamentable bombardeo a la Plaza de Mayo del año 1955 por las Fuerzas Armadas Argentina. La obra fue escrita en ese contexto y que hoy , todavía , nos parezca tan cercano  es porque aún no hemos logrado sanar esas páginas negras de la Historia Argentina.
“Marcha” es una obra de texto y la propuesta llevada a cabo por el grupo ADN, solo refuerza la intensidad, la destreza y potencia física de los actores y la actriz.
El ruido constante de disparos generados por la percusión en vivo detrás de las bambalinas y el rebote de los cuerpos que caen sobre la tarima con los disparos provocan que la intensidad de las voces se pierda a medida que transcurre la obra y no se escuche con claridad. Quizás eso se debe al cansancio físico luego de la importante entrega en esta puesta en escena.
La puesta es muy visual, potente y fuerte con un final inesperado y sorprendente. Dispara muchas imágenes y sensibiliza por que trae recuerdos dolorosos y “recordar” deriva del latin “re-cordis”, volver a pasar por el corazón.
 
"Una marcha constante, permanente, donde cada uno avanza con sus sueños, convicciones e ideales. Los personajes caerán, pero otros vendrán y seguirán avanzando un paso más, un poco más, un metro más. Y caerán ellos, y los otros, disparan. Y seguirán disparando. Pero alguien seguirá adelante siempre, en esta metáfora de un mundo donde cada uno de nosotros deberá tomar la posta y seguir adelante, con todo, pese a todo y contra todo",


Franco Fabian Nasisi

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